José Aceituno

Hartazgo

Ya hace tiempo, en la lejanía

bajo la clandestinidad,

firme este amor que tenía

 

He querido renunciar,

marcharme al horizonte

para olvidarla y dejarla de amar.

 

No duermo, me parpadea el ojo,

Me invade el sobrepensamiento,

explotó con expresiones de enojo.

 

Me compara ¡Odio que lo haga!,

me minimiza con sus palabras

al acostarse por la madrugada.

 

Me daña con sus celos,

con sus voz exigiendo dinero.

 

El hartazgo está al vivo fuego,

pero aún así... la amo y la quiero.

 

Resisto... por los retoños,

jamás los dejaria solos,

quiero estar con ellos

y también con ella...

Hasta mi último otoño.

 

Pero, que difícil es amar,

cuando te asfixian,

hasta por voltear a mirar.

 

Que complicado es amar

cuando entregas el alma,

y te reprochan a cada respirar.

 

Inútil es la humildad,

ante su ego prepotente,

que insensatamente

pisotea mi mente.