ENRIQUE HORNA

AMO

Amo la melancolía del silencio tocando lo reverente

Inmanente sustancia divina del claro y oscuro del ser

Plenitud del sol y la luna fidelizando sus afectos.

 

Amo el viento abanicando la piel de los caminos

Acogiendo los destellos esperanzadores del amanecer

Estelas fosforescentes de la memoria para no ser vacío.

 

Amo la vastedad del océano revelando un horizonte

Suspiro ilusionado más allá de la noche y el día

Colores infinitos del universo pintando su presente.

 

Amo la plenitud de montañas abrazando las estrellas  

Cercanía luminosa observando calladamente

El andar de los vivientes sin tributar a los dioses.

 

Amo el sonido de la lluvia copulando con la tierra

Agua necesitada para saciar la sed de los surcos

Canto renovado para abrazar los nuevos frutos.

 

Amo el murmullo del rio sonriendo su curso

Transitando sin lamentar su destino

Besando las orillas de su propia fugacidad.

 

 

Amo el oxígeno bondadoso de los árboles

Cuidando el equilibrio vital de la supervivencia

Ambrosia filosófica de la naturaleza.

 

Amo la intuición multifacética de las aves

Presintiendo las pesadumbres del cielo

Conexión y trascendencia con lo invisible.

 

Amo la valentía y humildad de los que honraron

Sus arrugas con altruismo, honestidad y esfuerzo

Sin arrebatar nada de lo que no fuese suyo.

 

Amo la generosidad de los recién nacidos

Rozar sagrado de la sublime inocencia

Ángeles de carne y hueso ofreciendo ternura.

 

Amo aquella mujer que estando y no estando

Es inapagable fuego sin la ingratitud del tiempo

Melodía anidada eternizando las cuitas del alma.

 

Amo la palabra cobijando el insomnio de los sueños

Líneas invisibles del misterio testificando la existencia

Amo la libertad de amar que es el corazón de todos.  

 

EH