Nilo Arturo

Tríptico Curatorial

Tríptico curatorial 

 

Autor: Dr. Nilo Arturo Ramos Rojas 

Costa Rica 

Es un tríptico poético que explora el tránsito del alma a través del tiempo, el dolor y la transformación. Compuesto por los poemas “La flor cabizbaja”, “Polvo en el tiempo” y Unidos, el polvo y el olvido, esta obra propone una narrativa simbólica que va desde la lucha existencial hasta el renacimiento espiritual. En el primer panel, La flor cabizbaja, la voz poética se enfrenta al tiempo como verdugo. La flor, símbolo del ser, se inclina ante el viento, agotada por resistir los designios de lo inevitable. Es un canto a la fragilidad, a la pregunta sin respuesta, al dolor que no encuentra consuelo. El segundo panel, Polvo en el tiempo, representa la disolución. Aquí, el yo poético se convierte en sombra, en polvo, en memoria que se desvanece. El tiempo ya no es enemigo, sino fuerza que borra, que transforma, que silencia. Es la caída sin lucha, la aceptación del vacío. Finalmente, Unidos, el polvo y el olvido ofrece una visión de renacimiento. De la unión de lo que desaparece surge una luz, un susurro, un alma que da sus primeros pasos. El ave fénix, símbolo de la transformación, emerge del abismo. El tiempo, antes carga, se convierte en compañía. Es la caída que da origen a una nueva forma de ser. Este tríptico no solo representa tres momentos poéticos, sino tres estados del alma: resistencia, disolución y trascendencia. En conjunto, forman una meditación sobre la condición humana, donde caer no es el fin, sino el inicio de otra forma de existir.  

Panel I:

La flor cabizbaja

Lentamente el tiempo devoró su alma,

carcomió sus entrañas,

entre sí, se preguntó.

¿quién te puso en contra mía?,

¡Oh! tiempo.

¿Quién te nombró mi verdugo?

¿Es que no puedo vivir como los demás viven?

¿Es que no puedo sufrir, como los demás sufren?

Cabizbaja la flor, desprendió un pétalo al aire,

Estremecida por el viento, cerró los ojos,

exhausta por luchar contra los designios,

soltó sus hojas,

y se dejó caer al abismo del olvido.  

 

Panel II:

Polvo en el tiempo representa la disolución. Aquí, el yo poético se convierte en sombra, en polvo, en memoria que se desvanece. El tiempo ya no es enemigo, sino fuerza que borra, que transforma, que silencia. Es la caída sin lucha, la aceptación del vacío.  

Polvo en el tiempo

¡Cayeron…! las grises nubes,

En el camino intransitable de mi abismo.

Con los Pescados pies,

De lodo empantanado.

Se detuvo el tiempo, tan solo un momento.

La azarosa, maquina volvió A su movimiento.

Transformando el lodo,

En un festín polvoriento.

Que desapareció con el viento.  

El ayer se lo llevó el viento

El hoy, ayer será mañana,

Y como tal desaparecerá,  de mi alma.  

 

Panel III:

Unidos, el polvo y el olvido Unidos,

el polvo y el olvido emergió de los más profundo un inaudible susurro,

susurro, que sin ser flor ni sombra.

Era un rayo de luz emergente

de esa unión anestesiada.

Era tiempo sin nombre.

Era un ave fénix,

renaciendo de lo profundo del averno.

Era un llanto, una sonrisa, una lágrima.

era un alma, dando sus primeros pasos

Era un alma cargando el tiempo