alicia perez hernandez

¿Cómo te digo?

¿Cómo te digo?

Tengo miedo que te vayas porque eres muy impulsivo,

Inconsciente, orgulloso y temperamental, si me haces daño no resistiré.

Ya te he llorado mil lagrimas y el reloj de mi corazón lo reciente.

Si me acostumbro a ti… Y luego te vas, me moriré ¡te lo juro!

¡No me emociones por fa! Si nunca fuiste mío, ahora te quiero mío. 

Tú eres especial en mi vida. Marcaste un antes y un después.

Después de ti ya nada fue igual, lo que vivía eran fantasía,

Con la que viví y soñé todos estos años.  

Te envolví de amor, de besos, sueños, y pasiones pecaminosas,

Te hice un todo en mi vida, justo como si vieras conmigo, me levantaba

Y te saludaba en la foto, que tengo tuya, te enviaba besos, te preguntaba

¿Cómo estás? Me llevaste a la locura. Soñé muchas veces con dormir

contigo abrazada a tu cuerpo y que no fuera un sueño, cuándo despertará!!

Si te piensas ir, por favor vete ahora, ¡sí! Vete ahora, porque mi corazón

no soportaría perderte… aunque nunca fuiste mío, quiero que lo seas !ahora!

¿Me tienes ilusionada, espero que no me dejes caer al suelo de tu olvido?

Yo no te elegí, te eligió mi corazón ahí; has estado todos estos años.

¡Te amo, te vuelvo amar, todos los días que digo tu nombre!

No quiero soñar y despertar vacía, tan vacía como me dejaste la última vez.

¡Cuídate por mí! Date cuenta que vivo y muero por ti. ¡Perdón!

No me mientas… ya no puedo con eso, ¡te lo juro!

¡Si, lo dices en serio en tu poesía eso me devolvió el valor a la vida y en ti!

 

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

Todos los derechos reservados©

Reto

Cuando vengas a mi encuentro
Cuando tu boca se junte con la mía.
Cuando tu piel en mi piel apague tu sed
Me dejaré amar como tú sabes amar.
Mis labios se alimentarán de los tuyos,
mis pechos en tu boca se gozaran. 
=El AMOR será como estar en el cielo=
Si estoy contigo donde esté seré feliz
Elije cielo o infierno si es juntos no importa.
ALICIA P.H. 

Si porque a ante tus pies me postro

como un esclavo rendido

y una mirada te pido

con temor, casi con miedo;

si porque ante ti me quedo

extático de emoción,

piensas que mi corazón

se va en mi pecho a romper

y que por siempre he de ser

esclavo de mi pasión;

 

¡te equivocas, te equivocas!

fresco y fragante capullo,

yo quebrantaré tu orgullo

como el minero las rocas.

Si a la lucha me provocas,

dispuesto estoy a luchar;

tú eres espuma, yo mar

que en sus cóleras confía;

me haces llorar, pero un día

yo también te haré llorar.

 

Y entonces, cuando rendida

ofrezcas toda tu vida

perdón pidiendo a mis pies,

como mi cólera es

infinita en sus excesos,

¿sabes lo que haría en esos

momentos de indignación?

¡Arrancarte el corazón

para comérmelo a besos!

 

Julio Flórez Roa