Javier Ostiategui

Sin Título

Fuego ardía en su mirada

Haciendo latir mi corazón,

Tal, la belleza de mi amada,

Tal, de mi agonía la razón.

 

Quedó aquel día grabada

Claramente en mi retina,

Su imagen, la de una reina

De tez clara y argentina,

Vívidamente la veo

Con esa luz vespertina,

La del día que me bendijo

Con su más dulce sonrisa,

Qué más decir en mis versos,

Si de todos es morfina,

Pues paraliza mi aliento

Con cada paso que camina,

Solo una cosa hay por cierta,

Que no hay cosa más divina

O digna de adoración,

Que aquella que me fascina,

Objeto de ésta canción,

Alma cándida y ferina.