Iván

LA PINTURA

 

El cincuentón de dos metros de estatura, se rascaba la cabeza, al tiempo que miraba a la muchachita con su puñado de pinceles y caja de pinturas.
 
— Seguro que sabes pintar? 
— ¡Seguro! — respondió con el entusiasmo vivo en sus ojos.
 
— Que si no sabes, mi esposa me matará. Ya no nos queda tiempo. Los invitados llegan mañana!!
 
— No se preocupe. Todo irá bien, señor.  Se lo prometo.
 
El hombre miraba a izquierda y derecha.
 
— Me quedaré a ver. Por favor, comienza. 
 
— Ok.
 
La joven abrió su caja, mezcló colores...

 

 

... y pintó.

 

 

Iván