Francisco Javier G. Aguado 😉

El amor que te profeso (SONETO MUSICADO)

Te observo misteriosa allá a lo lejos
tendiéndome tu mano temblorosa
la luz de tu mirada cautelosa
me llena mis dos ojos de reflejos.

Mi vida se compone de bosquejos
pinceladas de blancos y de rosas
floreciendo en mi pecho mariposas
si gozo de tus besos más añejos.

Es la paz que me irradias por momentos
la que me hace ascender a las alturas
borrándome las penas y lamentos.

Te quiero vida mía con locura
gozando de tu amor y tu hermosura
en una comunión de amor y besos.