PAIS SIN LEY
En plazas reina el polvo del olvido,
los jueces son espinas del pantano,
la justicia se esconde de la mano
del hombre que la vende al más vendido.
No hay voz que a tiranía dé sentido,
ni lámpara que alumbre lo profano;
la espada de la ley yace en lo arcano,
su balanza es un circo corrompido.
El pueblo va desnudo de esperanza,
camina por las calles del desierto,
clamando por un orden que no alcanza.
Y mientras arde el sol sobre lo incierto,
la patria se derrumba en la balanza
de un caos sin origen ni concierto.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025