Contrato de dolor
Fuiste la ilusión que se abrió paso en mí, y te volviste el verdugo que estranguló mi voz.
No pido oro ni deseos; solo acepto este contrato:
Insúltame, que me alimento de la pasión que late en tus palabras.
Miénteme, y me vendaré los ojos para que tus flechas solo alcancen mi corazón.
Ignórame, y encontraré ternura en tus gestos.
Arrójame al infierno, lucharé por ti aunque no pueda ganar.
Traicióname. No esperes ver un mundo arder:
Solo verás mi cuerpo desmoronarse en el instante,
roto en la rabia seco de la sangre
que se niega a llevar el pulso al corazón.
Autor: Álvaro s.