\"Por piedad, no lo soporto
Bájate de esa cruz
Por tu amor, te lo suplico...
Bájate de tu cruz\".
Estribillo de la canción \"Por piedad\", del grupo de metal llamado: \"Luzbel\".
Aquel día en tu pasión, Padre misericordioso;
derramaste tu preciosísima sangre.
Todo lo impuro que había quedó limpiado;
abrazabas ese madero con todo tu empeño.
En aquel momento, todos los demonios te reconocieron;
el horror y el morbo los excitaba;
No podían creer lo que estaban presenciando,
creyeron que Dios Padre te salvaría de ser condenado.
Desde el principio eres y serás la oblación por antonomasia;
todo un Dios que obedece a Dios;
de las Tres Excelsas Divinas Personas;
una misma oración.
Comienza el suplicio:
Blasfemias, golpes y acusaciones te lanzaron.
Satanás estuvo pronto a exaltarse entre los demonios:
\"¡Miren a su Dios!¡Miren lo imperfecto que es!\"
Urdió argumentos que convencían a otras glorias,
pero los santos ángeles guardaban silencio, oraban y acompañaban a Dios.
Llegaste, Señor mío, al Calvario.
Y finalmente, los demonios te vieron crucificado.
Justo en ese momento,
la risa y sed de venganza de Satanás se convirtió en horror.
\"Si Dios no ha salvado a su propio Hijo de los demonios humanos;
¿Qué nos espera a nosotros que estamos execrados?\"
Y eres, verdaderamente, el sacrificio eterno: completo y suficiente para la salvación de las almas;
los inicuos y réprobos vieron únicamente tu vestiduras y dolor,
pero no conocieron lo que había en tu corazón.
El divino plan concluyó: \"Todo está cumplido\";
expiraste, Señor, y tu Divino Espíritu salió.
Terror inexorable para Satanás fue verte morir en la cruz,
símbolo ahora de su eterna condenación.
Se apartaron los demonios al instante,
en cuanto comprendieron todo el mensaje.
¡No hay objeto que aborrezca más el Demonio que la cruz de Nuestro Señor!
Lo que significaba vergüenza y muerte pasó a ser señal de triunfo y salvación.
Mas tú, exprotector, en ti ha marcado temor;
razón por la que huyes de este exorcizador.
Para mayor gloria de Dios.