Tu danza me envuelve como luz carnal
Oh, Dionisio, mi vértigo del canto
Tu vino me enciende como un vendaval
Dionisio, tú eres mi grito y mi encanto
Tus risas me rompen en floral ritual
Dionisio, tú eres mi fuego y mi manto
Y en mí arde tu lujuria, mi dios, mas no santo.
Annabeth Aparicio de León
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