Tu tienes de mi alma
su inmenso cariño;
y tu eres el sino
que Dios me depara.
Por ser tan romántica,
y tierna cual lirio;
tu tienes de mi alma
su inmenso cariño.
Tu voz que me halaga
es trino de mirlo;
y en mis versos digo:
¡Que de amor su savia
tu tienes de mi alma.
Autor: Aníbal Rodríguez.