Hoy sube nuevamente
esa canción de sombras y de olvido,
rumor sutil e hiriente,
un himno renacido
desde todas las cosas que se han ido.
Al lado de la brisa,
donde el pensar es sólo una maraña,
la luz de su sonrisa
emerge y desempaña
la neblina que tapa la montaña.
La escucho como un piano:
es su voz que a través de la cascada
despierta al bosque arcano
y en fresca clarinada
baten trinos las aves en bandada.
Su imagen se refleja
con temblores del agua rumorosa,
se disfuma y se aleja.
(Ya la luna se posa
en el tenue rocío de la rosa)
Retorna esa canción,
nostálgica canción de acordes lentos
que invade el corazón
y atiza sentimientos
del ahora y de todos los momentos.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.