Me cansé de vagabundear por lo banal,
de repente empecé a odiar lo vulgar,
y como en un acto de magia…
se convirtió mi desenfreno en sensatez.
No sé ciertamente que pasó,
solo recuerdo que mi imprudencia llegó a su fin,
y espontáneamente todo cambio.
Dejé mis vicios de un cortante taz…
y vi por primera vez, la verdadera luz.
se me cayó la venda de la irracionalidad,
y me llegó la coherencia…como una bendición.
Si yo les contaría por todos los caminos inciertos que transité…
les sorprendería de dónde vengo…
y más les asombraría las torpes decisión que tomé.
La vida es una aventura que viene sin manual,
nadie que llega, sabe a ciencia cierta…a dónde va a parar,
yo, igual que muchos…nací con una bienvenida…
de augurios y prosperidad,
y no me quejo de mis primeros años,
pues tuve un recibimiento feliz…
y una estadía privilegiada…a pesar de la austeridad.
Mi niñez fue maravillosa…lo debo reconocer,
hasta que llego el monstruo de la desolación.
Mi mundo pequeño se llenó de desazón…
y un día de terror…quien más amé desapareció.
Desde entonces…fui de tumbo en tumbo…
tratando de resolver mi inestable destino…a la buena de dios,
y cogí por el sendero errado de la decepción y la hostilidad.
Pregúntenmelo a mí… si fue difícil todo lo que tuve que afrontar.
Pero un inesperado día, cuando había tocado fondo…
previo a dar por terminado mi tormento…
Jesús, el redentor…apareció.
No me dijo nada, me miró, me extendió su mano…
y yo lo único que hice…es abrirle mi corazón.
Desde entonces...todo es diferente…pues si…El, mi vida cambio.