VioletaP.P

Pastel

Un trozo de pastel, destino en tus manos,

puedes tirarlo al vacío o llevarlo a tus labios.

Lo desechas sin pensar, y aun así duele,

pues su dulzura amarga en la memoria se cuela.

 

Puedes moldearlo, partirlo, disfrazar su sabor,

pero nunca será exacto a lo que pide el corazón.

Un fragmento imperfecto, con grietas en la piel,

que guarda cicatrices que no quieres ver.

 

Ese bocado trae un eco tan familiar,

un recuerdo oculto que te hace temblar.

Y entre dulzura y náusea, el deseo se quiebra:

un trozo de pasado que el alma no digiere.