_Incipiens_

Entre dos Orillas

En un día gris,
las nubes hoy lloran tu partida,
salpicando de tristeza mi mirada.
Desde hoy ya no queda nada.

En tus manos vacías
permanece el olvido de una caricia ajena;
tus labios no buscan semejantes
y tu piel ya no es la de antes.
Perdido en algún lejano paraje
yacen los restos de un amor distante.

Necios aquellos oídos sordos
que no escuchaban las palabras.
Ni el uno, ni el otro,
con el orgullo como perro guardián.

El calor hace tiempo desapareció;
arrastró el frío sobre su espalda.
Somos dos sombras cruzando
un puente sin retorno,
mirándonos sin vernos ya.

Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados