Lourdes Aguilar

ENVIDIA

Cuando paso frente a cierta casa 

Se corren las cortinas y hay murmullos 

Luego siento algo raro tras mis pasos 

Como si me siguiera una mirada 

Y de un salto en mis hombros se posara 

Pero aunque intente sacudirla 

Es tan necia que más se aferra 

 

Ahh, mirada cargada de veneno 

Cómo  roes noche y día 

Plaga bíblica y milenaria  

Pusilánime como su dueño 

Tu voracidad quita el sueño 

No te conforma herir el cuero 

Quieres sangre, carne y hueso 

 

Ahh, miradas hechas ponzoña 

Que en cualquier parte asoman 

Y se desprenden sigilosas  

Siguiendo rabiosas a su presa 

Cómo ha de estar el corazón 

Cuando sólo genera amargura 

Y su torrente sale y contamina 

 

Quién pudiera ser la alba ave 

Llena de bondad y comprensión  

A quien tal peste no pudiera 

Manchar su alma trascendida 

Quién, más que el cuerpo procurara 

Dicha alma conservar libre y confiada 

Escudada en su gracia y oración