juan carlos ayala

EL VIEJO DE LA BANCA

EL VIEJO DE LA BANCA

(Juan Carlos Ayala)

 

Posada en una banca

tu mirada inmutable

perforaba muros,

quizás registrando

cajones: buscando

un amor, buscando

un amigo, buscando

un recuerdo.

 

Tu rostro, cáscara

de ciprés, reflejaba:

fracasos y glorias

pasadas; caminatas

por senderos con olor

a rosas embrujadas;

batallas libradas

a corazón abierto

en campos lejanos y hostiles;

pensamientos con aroma

a libro viejo.

 

Tus manos, aferradas

a la banca, hablaban

de las cumbres erguidas

llenas de gemidos verdes

que subieron con caricias.

 

Tu cabeza, mina de plata,

con un mecapal de historias

para contar.

Pero, en ese instante,

viejo, ¿Qué pensabas?

 

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