Avestruz que corriendo por todo el desierto
ya despierta trayendo la musa y la pluma:
ya que cantas, plumífera, el llanto despierto
entregándome versos con métrica suma,
devolviendo a mi lira su alegre concierto,
tu calor y compaña te pide mi nueva escritura,
pues mi canto ya es nuevo y alegre, y de amor, de hermosura.