Esa hermosura es la causa,
tu belleza la razón,
de adorarte con fervor,
de ser la dueña de mi alma;
tu nobleza me rebasa,
eres mi luna y mi sol,
ese premio que me dio
este destino que me ama;
eres mi todo, mi luz,
mi secreta, amada musa,
esa perenne nostalgia;
fuente eterna de virtud
inalcanzable ternura
la obsesión que nunca pasa...