Leoness

La reina del piano Jazz 

Bajo la luz ambarina 

de un club que se duerme,

tu voz es la llama 

que arde y no teme,

Diana Krall, mujer, 

en tus manos 

el piano es pecado,

un fuego de notas 

que late a tu lado.

 

No es solo el blues, 

es el ruego, el deseo,

la piel que se eriza 

en cada floreo

entre el grave gemido 

de cada canción,

se esconde una historia 

de ardiente pasión.

 

Tus dedos se deslizan, 

no tocan, anhelan,

y el aire se vuelve 

fragancia que exhalan,

y reinas como reina 

de un reino de sombras,

donde el alma desnuda 

sus más hondas zozobras.

 

Tu música es un beso 

que nunca termina,

un suspiro que quema, 

una copa de espinas,

que al cerrar los ojos, 

solo queda un temblor:

el eco de tu arte, 

la fiebre del amor.