Hay poco tan delirante
como las féminas andantes
con su ideología macabra
que prescinde de argumentos,
mucho más que una palabra
que desconocen jumentos.
¡Que todo es misoginia!
¡que todo es vil machismo!
sirviéndose de ignominias
y del tonto abismo
que dice lo que no pasa
pero esa mentira es casa
de las bocas mentirosas
con sus formas amorosas
como de desear la muerte
por machete a los machotes
como si fuesen brotes
de la cizaña y su suerte.
Por esto es que esto escribo,
si quieren censúrenme,
y me tomo un consomé
y al silencio arribo,
pero habiéndolo intentado:
expresarme contra el dado
feminismo radical
que es mentira de impiedad.