isamosa

Lo que llega con la noche

Lloro y lloro,

pero cuando la puerta de mi cuarto

se abre,

para declarar un día nuevo,

sé que es hora

de borrarme las lágrimas

y dibujarme una sonrisa,

una que no dura hasta el anochecer,

cuando la sombra oscurece el día,

la persiana tapa la ventana

y los monstruos salen

de debajo de mi cama.