En lo profundo de mi ser
rehúso rendirme ante sus pies;
aunque me someta, resistiré.
No importa el tiempo que pase:
con fortaleza avanzaré.
No elegí luchar esta guerra,
simplemente caí en ella
por creer no merecer una estrella,
unos galones que no fuesen de pega.
No solo mis pensamientos
se pelean, buscan pretextos,
huyen de una verdad que los
atormenta, deseando verter
sus mentiras en una defensa
mal obrada.
Pese a todo, no tengo miedo.
Tengo mi camino decidido;
mi fuero interno sigue encendido.
Si he de transitar sobre ascuas ardientes,
que curtan los pies de este pobre doliente.
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados