Freddy Kalvo

Mi luna llena

 

Muy cerca en la encrucijada

yo vi en el azul del cielo

escrito con mucho anhelo:

¡Qué dicha cuando ella está!

Y vi que en el horizonte

tras árboles se ocultaba

el sol que me preguntaba:

¿Y cuándo un beso te da?

 

Aquella pregunta inquieta

rondaba en mi pensamiento

y dije, con sentimiento:

¡Pregúntele si la ve!

La espera se hizo propicia

la noche se hizo lejana

también la nueva mañana

cuando a solas, desperté.

 

Y así llegó el nuevo día

el sol salió nuevamente

y entonces, muy de repente,

venía directo a mí.

¡Yo no podía creerlo!

El gozo fue de inmediato

ya no era solo un retrato

y hasta sus brazos… ¡corrí!

 

Me dijo con el abrazo

que regresaba contenta

y entonces, de nueva cuenta,

mi labio pronto besó.

Y el sol con brillo oportuno

se fue extendiendo en el valle

iluminando en detalle

el dulce beso que dio.

 

Y el sueño con esa luna

nacido en la encrucijada

era el alma enamorada

sin presencia de un gurú.

Y esperaba yo algún día

con la nueva luna llena,

expresarle: ¡sabes nena,

que mi luna hoy eres tú!