Está Thanatos, pulsando con Eros,
conductas diarias a todos destruyen;
pero colisiones no nos instruyen:
será así hasta llegar a ceros.
Nuestro tiempo posa en ceniceros;
de la parca ahí también ebullen,
más adustos deseos contribuyen
a rehuir de momentos postrimeros.
Acá vivimos siempre matándonos;
por eso, ante ella, no arredrés:
que al sol ya seguimos quemándonos.
Entonces juguemos al buen ajedrez,
porque las Pléyades, alumbrándonos,
permiten que tu óbito engendrés.
Ryan Pires ___✍🏽©