De la multitud ando muy perdido;
del amor de mi vida ausente;
de Dios a veces no estoy presente;
de mi ser alegre y adolorido.
De mi vida, no haberla vivido
en el encierro de mis convicciones;
perder momentos a borbotones
abrazar el vacío sin haber fingido.
Del amor presente entregado,
como el sol acaricia al cielo,
en un arcoiris enamorado.
Sin ti me siento como un preso,
que camina por abiertos caminos
y no encuentra la luz de regreso.