Todo esto que ahora llaman, tan
Pomposamente, spoiler no
Es sino adelantarte la
Mentira de la que nos van
A hablar.
Una sociedad, ésta, que no lee, que
Ha dejado de leer y que probablemente
Ya nunca leerá, que desprecia la
Palabra escrita hasta el punto
De permitir que las máquinas
Les indiquen en camino
En el futuro es, ya,
Una sociedad
Muerta.
El filósofo Byung-Chul Han contó en una ocasión que la sociedad disciplinaria descrita por Foucault – aún hoy bastante desconocida – era una sociedad de negatividad que estaba llena de muros, de fronteras, de prohibiciones: El hospital, el manicomio, la prisión, el cuartel militar, la fábrica y otros lugares fueron y siguen siendo, hoy, espacios de encierro; encierros macabros donde el poder disciplinaban – y aún disciplina con total libertad – los cuerpos y las mentes mediante la norma y la vigilancia (panoptismo). Yo mismo y antes de mi primera juventud fui testigo y presa de ese sistema: me salvó primero la lectura y después la escritura.
Hoy ya lo sabemos: Los estudiosos e historiadores del futuro lo van a tener muy duro cuando analicen la pandemia cínica de la estupidez que han llenado los primeros años de este nuevo siglo, en especial los últimos y en concreto a partir del Covid 19; en estos tiempo EEUU, Argentina y cada vez más países han caído en un agujero peligroso en que ya la verdad ha dejado de importar nada; ocurrió en el pasado en que una verdad tardó cuatro siglos en ser dada como tal: fue la que le llevó al Vaticano perdonar a Galileo por el tenido como un pecado haber dicho la verdad sobre el cosmos y la posición de la Tierra en él.
La verdad está caída, desautorizada y todos ya somos víctima de este tiempo en que la sufrimos.