Deja tus grito y brabeos, no
estás en la casa de tus padres
donde te hacías la dueña, y a todo
el mundo lo tratabas mal.
Te equivocaste conmigo, y aquí
estás en la mía, con toda mi sencillez
te digo:Aún te amo, pero toma
tus cosas y márchate ,porque ya
no te necesito,cuántas veces
hablamos de esto y tú que ibas a
cambiar , y sigues en lo mismo ,
regresa de donde viniste y espero
que te vaya bien. Yo sigo mi vida
sencilla y bendecido por Dios ya
no me humillas más,y aquí en mi
propia casa mucho menos.
Siga su vuda así de fácil.