No me gusta mi cabello,
que se rebela como yo.
No me gusta mi cara,
que siempre cambia de expresión.
No me gustan mis piernas,
que tropiezan tanto como mis ideas.
No me gustan mis ojos,
que a veces ven demasiado.
No me gusta mi nariz, ni mi boca, ni mis palabras que se enredan.
No me gustan mis pensamientos, ni mis sentimientos, que van y vienen como olas.
Y aun así, sigo aquí. Me acepto. Me amo