En la esquina tiembla un farol
sangra humo la noche sombría
y el bandoneón, en su agonía
muerde el recuerdo de otro sol.
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Viejo arrabal de sombras cruel
guarda el secreto de tu pena
y en cada copa turbia suena
tu risa amarga, Baudelaire.
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Las calles lloran su rencor
se hacen trinchera en cada esquina
y la nostalgia que fulmina
clava su daga en el cantor.
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Cruje la voz del bandoneón
fiera derrota del deseo
y yo te invoco en este veo
maestro eterno del dolor.
π
Baudelaire, flor del pecado
tu perfume quema al pasar
versos fieros, desenfrenados
son puñales sobre el compás.
π
En tus letras vive la herida
la condena de la ciudad
baile oscuro, tango y caída
donde el alma no tiene paz.
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