En un rincón del barrio,
encontré tu mirada triste sin afecto,
a cubierto del aguacero,
y de pronto yo ocupé tu lado ajeno...
Más estoy seguro,
que robé un lugar en tu silencio,
y por un tiempo,
tu universo se quedó conmigo...
Azúcar y vino
es un resumen de tu aliento,
corazón escondido,
tras el metal y el vidrio nocturno...
Transcurrido un lustro,
aun desconozco, si fui tu astro callejero,
o por el contrario,
el que no pudo darte luz en lo oscuro...