ENTRE TU ALMA Y YO
Hay mujeres objeto,
mujeres objetivas,
mujeres objetoras,
de,
con
y sin
conciencia.
Hay mujeres de cuerpo,
hay mujeres demente.
Hay mujeres de fierro,
mujeres de hielo,
mujeres de piedra:
Inertes, duras y frías.
Hay mujeres de flor,
de tallo, de hoja o de raíz.
Mujeres de secano,
de regadío,
frescas,
de temporada,
congeladas
o en conserva.
Hay mujeres de estación,
de andén,
de vagón
o de locomotora.
Hay mujeres de agua,
mujeres de tierra,
mujeres de fuego,
mujeres de aire:
son mujeres elemento.
Pero tú no.
Tú eres una mujer etérea.
Un alma dulce,
coqueta,
sensual.
Un alma de figura esbelta,
de carita de ángel,
de presencia envolvente,
ineludible,
perenne,
incontestable.
Porque tú eres,
torbellino,
toda un alma de mujer.