Sórdidos gritos de mi alma
Hundidos en la fiebre de no ser. Hundidos en el dolor del qué será
en la ansiedad por el ayer.
Hoscos dolores en la testa, remarcan con intensidad mis cualidades
no son nada perfectas.
Aquí yo, aquí soy. Valle de sombras
Oscuridad y demencia.
Heme aquí, la más y completa victimaria
De la que brotan las llagas más imperfectas.
Oh, bendita clemencia,
Me duele el alma
Soy una infeliz con condena.
¿Lo hago todo mal?
O soy la maldad verdadera.
Culpa tengo, yo, la morena
Siendo la sombra
Oscurezco a todo el que llega.
Como un día soleado, ilumino,
Hasta parece que no peco
Pero llegan las diez
Y la oscurana se acerca
Morena, yo soy la niebla.
La soledad, es mi mejor compañera.
Ojala no sea tan mala.
Quizás no soy yo
Es mi naturaleza.
Callo.
Callo por miedo. Callo por dolor.
Pero hablo, y todo lo estropeo.
Morena que infame,
que desgracia la que corre por mis venas.
¿Así quiero que me llegue la felicidad plena?
Espero en mí, reina de la sombra, que encuentre en el valle la luz
La calma
Y la espera.
Solo así, se retira mi condena.