Jesús Ángel.

A ti.

 

A ti, que aprendiste bien, 
a dejar marchar las prisas  
y promesas del futuro,  
siendo siempre tú mismo.

A ti, fiel y leal, el amigo,  
te apartas de aquellos  
que no merecen el tiempo  
ni tampoco el camino.

Saborea cada instante,  
cierra los ojos y siente,  
como si fuese el último,  
como si fuese el último.

A ti, que ves al dolor  
no como el enemigo,  
sino como el fuego  
que forjó tu camino.

Navegante del destino,  
alma libre, hoja y viento,  
siendo tú mismo,  
siendo tú mismo.

Saborea cada instante,  
cierra los ojos y siente,  
como si fuese el último,  
como si fuese el último.

Escultor de tu figura,  
a golpe de martillo,  
todo por lo que luchas  
se vuelve tu destino.

Por ser, ni mejor ni peor,  
ni más ni menos,  
simple y llanamente,  
¡siempre tú mismo!

Saborea cada instante,  
cierra los ojos y siente,  
como si fuese el último,  
como si fuese el último.

A veces solitario,  
otras dando lo mejor, fiel amigo del silencio, el mejor de los sonidos.

A ti, hoy te canto y digo:  
saborea cada instante,  
cierra los ojos y siente,  
como si fuese el último.

Hoy te canto y digo:
¡Cierra los ojos y siente,  
como si fuese el último!...   

¡Cierra los ojos y siente, como si fuese el último!