Búsqueda De Un Alma Gemela
He transitado por senderos de afectos y de amores,
aunque uno solo logró tocar mis verdaderos sentimientos,
pero aún no ha llegado quien despierte mi alma con fulgores,
ni quien conquiste con su esencia todos mis pensamientos.
Me causa gracia que pretendan que me rinda en poco tiempo.
Creen que exagero o finjo cuando expreso mi indiferencia,
pero no es orgullo lo que dicta mi resistencia,
sino la certeza de buscar una conexión verdadera.
No anhelo solo amar, sino ser amada de manera entera.
Deseo que tu corazón también se conmueva y espere.
Me valoro y comprendo, he caminado con calma,
forjé mi ser con paciencia, escuché mi propia alma,
ya no vacilo en mis elecciones o en lo que siento.
Busco a quien tenga la firmeza de un camino cierto,
un hombre que se atreva a perseguir lo que desea.
Que posea la seguridad de su propio valor,
sin arrogancia ni vanidad, con honesto rigor.
Alguien que no se intimide si mi carácter es fuerte,
que encuentre en la igualdad un vínculo de suerte.
Que admire una mujer con convicción y con firmeza.
No me inquietan mis ideales, son claros y profundos,
sino los tuyos, si son vacilantes o confusos.
Tengo principios firmes y creencias que defiendo,
con pasión en mis ideas, con el respeto que exijo.
Quiero aprender de quien me muestre otras miradas.
No pido un eco de mi voz, sino un diálogo fecundo,
un compañero que me inspire con su mundo.
Que sepa conversar de todo con inteligencia,
que me motive y apasione con su esencia.
Un hombre que no tema al intercambio de ideas.
El pasado que cargas es lo que me interesa,
yo superé las sombras que a veces me pesan.
Acepto lo vivido, sigo adelante sin cadenas,
y busco a quien asuma sus errores y sus penas,
que sepa lo que aprendió en su camino andado.
No evado lo que fui, transformo el dolor en fuerza,
y exijo a quien me acompañe que también se esfuerce.
Que no oculte sus heridas ni sus historias viejas,
que haya integrado sus caídas y sus quejas.
Un hombre en paz con lo que fue, sin resentimientos.
Prefiero la compañía de mi propia conciencia
que unirme a alguien por miedo o por conveniencia.
No aceptaré un cariño mediocre o por costumbre,
solo uno que se parezca a mi propio fuego.
Que valga la pena el riesgo de entregar el alma.
No temo a la soledad, la he abrazado con calma,
me asusta más un amor que no ilumine mi calma.
Por eso espero al que despierte mi admiración profunda,
que vibre con mi esencia y en sus ojos me inunde.
Ese que aún no aparece, pero sé que existe en alguna parte.
—Luis Barreda/LAB