Grafía el aire
Escribo tu nombre
—cada mañana—
con el susurro de la brisa
y en la piel del aire,
mis yemas reconocen tus colores
en el lienzo del amanecer.
Te toco con la mirada
hasta quebrar tu silencio.
Y susurro tu ausencia
al eco de las hojas;
cada latido es un trazo
que te dibuja en el viento,
que ya sabe,
que te nombro
en cada callada sílaba
de este amor.
— LMML.