Gloria Villanueva

SEPTIEMBRE

No es el mar mi medio ni me anhelo en épocas de estío, pero hay encuentros con el entorno que no reconocen fechas ni lugares.

Sólo el aire es testigo de pausadas pisadas, y huellas en la arena que son marcas silenciosas en terreno sereno.

Olas lentas y brisa suave. Destellos de un día que se encamina a su fin. 
Estados de paz, el ocaso se acerca y el sol cae. 
La luz se esfuma lentamente para dar paso a un tránsito degradado de oscuridad ansiosa, invitación clara hacia momentos esperados.

Septiembre tiene una magia especial que acompaña en quietud y soledad compartida el mínimo suspiro del atardecer.

Nubes, sombras, cielo encapotado afrontan su estallido con mínimas gotas de lluvia sobre un manto de playa desierta, abierta al encanto, y acaparadora para aquellos que quieren vivir esos instantes con quién deseen, a solas, sin nadie más...

(Gloria Villanueva)