Walter G. Brunini

Amargura

La masa conforme
con su mediocridad,
condena cualquier
agente que atente
contra su estabilidad.
Le gusta moverse lento;
tanto igual a quedarse quieto;
en la plenitud del huracán.

Amargura y soledad,
es el precio a pagar
por quien ose desafiar
las reglas de lo normal.
No tienen lugar social
las mentes que piensan,
ante presentes tormentos,
en grandes futuros tiempos.

Sometidos, con indiferencia,
a la conciencia de finitud,
amargan su endeble salud,
saltando momentos miserables,
con ideas radicales y sueños
extravagantes que suponen,
en amplitudes universales,
superadoras de lo visto antes.

A sabiendas que nunca
podrán experimentar,
de sus ideas, el éxito,
le destroza la esperanza y
todo lo que se parezca
a la dignidad de existir.
No entenderán jamás eso
de, no más, vivir por vivir.