No es raro que hoy, sienta gran anhelo, por verte.
Pero, tú presumido, te aproximas a mí, silencioso.
Me voy despertando y, jamás rogoré, por tenerte.
Pensar qué te busqué y te hallé, pero eres dudoso.
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Jamás, pensé que yo, tendería esta trampa amorosa.
En esta contra-observación de mi ser, casi me fallo.
He comenzado a crearme, disculpas, muy dolorosas.
Te confieso amor que, una fácil solución, no la hallo.
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Hoy, llegué a entender qué, en el amor, nada es fácil.
Es fantasía, la Princesa y el Príncipe del amor eterno.
El umbral de realidad, no debería dejar de ser grácil.
El amor, qué se afinca en mentiras, deja de ser tierno.
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Exaltar el amor y robar lo real, aligera una caída mortal.
El real amor, tiene certezas, toscas caídas y sanación.
La traición, no merece perdón, es un acto casi mortal.
La Eva presente, nunca obviará, el aviso de su corazón.