Nkonek Almanorri

POESÍA APARTADA.

 

Escribir poesía política-social

Siempre ha sido una

Derrota necesaria para huir

Del odio de los vencedores

Políticos.

Si lo sublime es así,

Te jodes vivo.

 

Del irlandés Seamus Heaney,

Nobel de Literatura.

 

No ha existido nunca, en la historia de la poesía española, un gran interés por la poesía francesa, la alemana, la inglesa, la sueca, la argentina, la cubana, la argelina, la senegalesa, la marroquí, la iraní, la turca, la árabe en general y menos aún por la oriental. Menos aún, muchísimo menos aún por la verdadera poesía española. Lo que sí hubo, y quieren volver a otros tiempos, fue un rechazo, un apartamiento e incluso un odio profundo hacia los grandes poetas y escritores que fueron apartados y alejados del pueblo: Antonio Machado, García Lorca, Miguel Hernández, Alberti, Santa teresa de Jesús, Antonio de Viana, León Felipe, Rafael Alberti, Pedro Garfía, Max Aub, José Bergamín, María Teresa León, Blas Otero, Gabriel Celaya, José Hierro, José Ángel Velente y tantísimos otros que fueron, incluso después de la dictadura, marginados por su homosexualidad y otras ideas.

 

Decía Rouseau poeta y escritor que influyó en la poesía española y canaria, que en una sociedad de ángeles no haría falta guardianes ni vigilantes porque nadie haría daño a nadie; en la sociedad de su tiempo, y en esta hoy aún de demonios, lo primero que hicieron y aún hace es crear ejércitos y políticos que impidan una sociedad de ángeles buenos, buenos quiero decir para sus intereses y no tanto para la sociedad.