Entre Cielo o infierno
Entre el cielo y el infierno hice fila,
con un mapa ebrio y sin brújula.
Pregunté si daban café o papilla,
y si el diablo aceptaba propina o disculpa.
Me ofrecieron nube —yo pedí tequila—,
me invitaron al averno: llevé corbata.
Confesé que mi pecado era la risa,
y que la culpa me quedaba de bata.
No temo a juzgados ni santos en lista,
siempre pago en monedas de anécdotas.
Robé besos bajo lluvia imprevista,
vendí promesas con olor a chaqueta rota.
Si hay un premio por vivir sin instrucciones,
yo lo gané: viví al borde y me fui riendo de las consecuencias.