José Mario Calero Vizcaino

HANIA

 

 

Como el sol, encontrarte

aviva en mí soñarte.

Con el alma abierta voy,

te confieso lo que soy.

Mi entrega es honda y sutil;

frágil toda, sin perfil.

Familiar tu risa en mí;

me alegra que estés aquí.

Mujer, ahora, al pensar

en tus labios, late amar.

Entiendo tu tiempo fiel;

con cariño aguardo en él.

Me entrego al tiempo, sin prisa,

hasta el día en que me avisa:

que en mis sueños me visitas

y, en mi noche, ya habitas.