Chillidos agudos
Rompen esos tus trémulos oídos
Sordos, antiguos, desatados...
Estriados en lunas
Magullados en soles
Insertos en el revés del ser.
Sea la Paz de los que fueron
Sean sus anhelos celestes
perdidos quizás
entre espasmos de vida
ya casi olvidados.
Cerrá ya los pretéritos.
Cerrá ya esos cántaros de lluvia
Azorados de vientos...
Bálsamos aciagos de tiempos desarman
La diosa musa palabra
Sola, quizás infecunda,
que visitará, quizás
a quienes plenos de sentido
locos
U obnubilados
Se atrevan a escuchar
estos chorros de alma
desgarrados...
(Patricia)