Cuando todo se termina
y amenaza el gran final,
la esperanza más vital
es la fe que determina;
aunque el cuerpo se calcina
hay un soplo inmortal,
una gota espiritual
que en lo eterno al fin culmina;
esa parte va a seguir
siempre en busca de verdad
de otro nuevo amanecer,
es la hora de partir
lapso breve en libertad,
para algún día volver...