La mujer oculta la que quiso ser libre
la flamenca, la que rompio los muros
la que no se detuvo regresa
y entre colores se baña de luz
con flores y pescados
que nadan en su mente.
Sus manos abiertas encuentra su lugar
y estallan con las formas de todas las mujeres
que salen de las jarras azules
palpitando libertad.
Y el alma de Clara regresa.
Y el alma de mi madre es feliz.
Cuando nunca muere el tiempo
. ¿quién la hallará?
susurran los colores de los bodegones
por las tardes en el Museo del Prado.
GRACIELA OVEJERO