Gonzá

Breve Sueño - III

Y un último sueño tuve en mis agonías.

Uno más, en el cielo, mi juicio al tercer día.

Sentí un calor, el Amor infinito me acogía,

Pero yo, a su Merced, sin razón caso no hacía.

 

Y así fue, así quedó, que vi una peregrina,

Y porque si, o no sabré, me enseño lo que había.

Al fondo de un camino, una higuera seca,

Una casa vieja, con todos los males que yo tenía.

 

Vi que mi alma, siendo mala, al cielo no entraría,

Y yo, siendo injusto, mis males a otros adscribía.

No queriendo mejorar, me vi en mis niñerías,

Y por necio, y terco, me desperté sin cambiar,

A ver qué pasaría.