EL RELOJ DE LA MEMORIA
Asomado en un rincón,
intenta llamar mi atención.
Me mira con solemnidad,
acelera el tiempo
con su silencio denso, repentino,
y atrapa con indolencia
motas de polvo en la luz,
que fragmenta entre las paredes
con su tictac obstinado.
En su vaivén constante y sordo
deshilacha memorias ajenas,
susurra historias que no viví
pero que siento como propias;
son ecos que rozan la piel
y se disuelven en la penumbra
sin pedir permiso ni perdón.
— LMML.