DELIRARIO.
Este arraigo sin pertenencia
Que se cuela entre la tristeza
Como pócima en la sangre
Con aliento trasnochado
De lechuza amanecida.
Este sopor hirviente de agua
De agua de lluvia que reverbera
Que se evapora
Entre las sienes.
Ahora la tristeza es lanza ciega
Flecha perdida
Dardo sin tino
Mosquete sin mecha
Recuerdo ido, solo y vacío
Trajinar de alma carcomida.
Y desde su más lejano rincón
Apenas de soslayo
Su mirada triste nos mira...