VOLVER
Mañana de versos voladores, recién nacidos, entre tonos grises y algún destello dorado, casi perdido.
Otoño que avanza tranquilo, sin apegos ni prisas, y con calma te invita a tu corazón sagrado, a tus silencios.
Hay un tenue latido entre las montañas, repartiendo mensajes de paz, para que vuelvas a ser tu mejor amigo.
En la delicada luz de este cielo profundo se refleja el eco de la eternidad, que da a tu vida sentido.
Livianos colores y recuerdos que se despliegan en un plácido horizonte... Y en un instante contemplas todo lo vivido.
Francisco Gallardo Perogil